¿Sabéis dónde está El Valle de Lecrín?
Cuando salimos de Granada en dirección a la costa, a unos 10 Km de la capital y después de dejar las poblaciones de Armilla y Alhendín, llegamos al puerto de montaña del Suspiro del Moro, es ahí donde comienza El Valle de Lecrin, una comarca rodeada de montañas.
El Valle de Lecrin
Las localidades que lo forman son: Acequias, Albuñuelas, Beznar, Conchar, Cozvíjar, Chite, Talará(también llamado Lecrin), Dúrcal, Ízbor-Tablate, Mondujar, Murchas, Nigüelas, Padul, Pinos del Valle y El Valle (Mancomunidad de tres municipios que son Meleguís, Restabal y Saleres), este último, Saleres es el pueblo donde nosotras estamos y tenemos nuestras naranjas.
La mayoría de estos pueblos se han formado sobre laderas ligeramente inclinadas que se extienden al pié de las sierras.
Una de las peculiaridades del Valle es su diversidad paisajística, pues alternan grandes conjuntos montañosos con cuencas deprimidas entre las montañas. Esto permite que en el centro de la depresión montañosa del Valle se mantengan siempre varios grados superiores a lo que le correspondería por su situación y altitud.
Panorámica del Valle de Lecrin.
Estas circunstancias producen lo que se podría denominar “El microclima del Valle de Lecrin”, climatología marcada por la influencia mediterránea que, unida a su estructura deprimida y totalmente rodeado de montañas, que protegen el Valle del los vientos fríos del Norte, así como su perpendicularidad permite que se produzca una climatología única, que se aprovechen al máximo los rayos de sol y se suavicen las bajas temperaturas del invierno.
Esta bonanza climática permite cultivos que no son propios de zonas de interior como son los cítricos o los aguacates, y que además los mantiene más tiempo en el árbol al madurar sus frutos un poco más tarde que en las zonas de costa. Este es el único lugar de toda la provincia de Granada en el que se realiza el cultivo del cítrico.
El cultivo de los cítricos en el Valle ha estado presente desde el Siglo XI, cuando lo introdujeron los árabes provenientes de oriente, y su cultivo presenta la originalidad de aparecer asociado al olivo para proteger los naranjos de los vientos fríos y las heladas del invierno, lo que hoy constituye una de las principales características diferenciadoras de su paisaje.